Punta Cana 10 de octubre de 2025 —
El Comité Noruego del Nobel otorgó hoy el Premio Nobel de la Paz 2025 a María Corina Machado, en reconocimiento a su lucha por los derechos democráticos y su esfuerzo por una transición pacífica de la dictadura a la democracia en Venezuela.
Sabemos que María Corina Machado nació el 7 de octubre de 1967 en Caracas. Se formó como ingeniera industrial en la Universidad Católica Andrés Bello y luego cursó estudios en finanzas.
Su ingreso al activismo se consolidó con la fundación de la organización civil Súmate, enfocada en vigilancia electoral y participación ciudadana, especialmente durante la crisis política venezolana del 2002. Más tarde fue diputada en la Asamblea Nacional (2011-2014), hasta que el régimen chavista suprimió su investidura mediante una interpretación legal que la despojó del cargo.
Con el paso de los años, Machado se convirtió en figura central de la oposición venezolana.
En 2023 impulsó una candidatura presidencial, pero fue inhabilitada por el Tribunal Supremo venezolano. Las elecciones de 2024 enfrentaron acusaciones de fraude, movilizaciones masivas y una narración de victoria opositora que el régimen no reconoció. Durante ese periodo, Machado vivió bajo amenaza y en clandestinidad dentro del país.
El Comité Nobel justificó la decisión resaltando su “incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano” y su lucha por una transición “justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.
El galardón evidentemente honra un liderazgo individual y reconoce el papel colectivo de la oposición venezolana en circunstancias extraordinariamente adversas.
Algunos analistas interpretan la decisión como un mensaje al mundo sobre la necesidad de defender la democracia frente a los autoritarismos emergentes. No obstante, el premio llega con interrogantes.
¿cómo garantizar que esa inspiración se traduzca en cambio real dentro de Venezuela? ¿Cómo proteger a una lideresa que vive oculta en su propio país bajo riesgo permanente?
Desde los círculos opositores venezolanos y de gobiernos favorables a la democracia, el Nobel fue celebrado como un hito que brinda legitimidad internacional a la causa democrática venezolana. En contraparte, sectores de la izquierda crítica cuestionaron la coherencia del premio, señalando que Machado ha defendido posturas controvertidas, incluyendo un rol activo en estrategias que algunos consideran sesgadas o extremas.
La incertidumbre también ronda el acto formal de entrega: dada su condición de clandestina, no está claro si Machado podrá asistir a la ceremonia en Oslo el 10 de diciembre.
Este reconocimiento abre oportunidades y responsabilidades. Por un lado, refuerza la visibilidad de la crisis venezolana ante gobiernos y organismos multilaterales, actuando como catalizador para mayores sanciones, llamados al diálogo o mediaciones externas.
También exige que la oposición traduzca legitimidad simbólica en unidad real, estrategia cohesionada y propuestas viables, no sólo discursos. Pero ser galardonada no garantiza inmunidad pues el régimen podría intensificar la represión interna.
El premio, además, puede ser instrumentalizado políticamente, y mantener la integridad de la lucha será crucial.
El Nobel de la Paz 2025 concedido a María Corina Machado es una declaración política internacional sobre los valores de la democracia, la resistencia civil y el derecho de los pueblos a decidir su destino. En el contexto venezolano, es un momento de esperanza, pero también de máxima exigenci…la democracia reconocida debe ser la democracia construida.
Fernando Placeres, M.Sc
Comunicador, director de medios y consultor en marketing digital.
Posee una maestría en Marketing & Digital Strategy.
@fernandoplaceres
Merecido
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Es un acto politico
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Muy Merecido ei
Muy de acuerdo
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Claro que si