Washington, agosto de 2025.
En una combinación de fuerza y espectáculo, el presidente Donald Trump anunció hoy el despliegue de 800 soldados de la Guardia Nacional en Washington, D.C., junto con la asunción de control del Departamento de Policía Metropolitana, bajo el argumento de una escalada de la delincuencia y la necesidad de restablecer el orden .
Invocando la Sección 740 de la Home Rule Act de D.C. (1973), Trump declaró una emergencia de seguridad pública. Según el ejecutivo, la capital estaba sumida en el caos: crimen desenfrenado, mendigos en las calles, deudas con la realidad. Así lo llamó él mismo: un “Día de la Liberación” .
¿Cuál es la verdad? Crimen en declive
La administración local de D.C. ha desmentido con datos el dramatismo presidencial: la violencia ha caído sustancialmente, alcanzando niveles mínimos en décadas . El alcalde Muriel Bowser calificó la intervención como innecesaria y extrema, una maniobra que dista de resolver problemas reales .
Una jugada que huele a show político
Medios como Time interpretan la medida como un eco del autoritarismo del verano de 2020, una estrategia de choque para desorientar y movilizar a su base electoral, incluso cuando Washington ha estado gobernada por demócratas resistentes a esa agenda . El ambiente, dicen críticos y medios, es menos emergente que teatral.
Repercusiones inmediatas
- El control federal y militarizado es limitado —30 días como mucho según la norma vigente—, salvo extensión por parte del Congreso .
- Organismos de derechos civiles y activistas lo califican de antidemocrático y populista, más orientado a proyectar poder que a proteger ciudadanos .
- En algunas zonas con alta criminalidad, hay apoyo cauteloso hacia la medida, aunque muchos alertan sobre el riesgo de tensión social .
En definitiva Trump ha lanzado un movimiento espectacular: guardias, policías federales, un megáfono desde la Casa Blanca llamando a la “liberación” de la ciudad. El electorado conservador aplaude; la ciudad de D.C. y expertos desmienten la urgencia de la crisis. El resultado: un flash informativo que sacude la democracia local, generando duda sobre hasta qué punto el espectáculo es necesario… o simplemente político.