El tirador tenía el blanco perfecto. La jornada apenas iniciaba y los votantes esperaban entusiasmado el discurso de Trump…Sin embargo, esa tarde soleada en Pensilvania, la suerte del polémico candidato republicano parecía sellada.
Thomas apretó el gatillo pero justo en esa fracción de segundo, mientras disparaba, Donald Trump giró ligeramente la cabeza, de modo que en el momento en que la bala salió de la recámara, la línea de visión era la punta de su oreja derecha.
No había nada que el tirador pudiera hacer en ese punto; recuperar el objetivo toma segundos, y el francotirador de las SS ya tenía la cabeza del tirador fija en su mira.
Estamos hablando de probabilidades insuperables: un rifle estilo AR-15 con munición de 5,56 mm, como la que utilizó el tirador, la bala tenía que estar viajando al menos a 800 m/s. A una distancia de 135 metros desde donde estaba el tirador en posición prona, eso significa que en menos de 2 décimas de segundo la bala habría de alcanzado a Trump.
Estadísticamente hablando, Donald Trump debería estar muerto ahora mismo, la mitad de la nación en profundo luto y la totalidad de la nación estallando en una sangrienta guerra civil.
Un seguidor de Trump escribió en redes: está vivo simplemente por una razón: la Providencia Divina. No hay otra explicación humana.El verdadero Dios del cielo lo quiere vivo. ¿Por qué? No lo sé. Pero mientras Dios lo quiera aquí, ninguna fuerza en la tierra, por grande que sea, lo detendrá.