LA SUSTANCIA… OBESESION Y JUVENTUD

LA SUSTANCIA… OBESESION Y JUVENTUD

Luego de una interesante conversación con Franchesca -mi hija egresada en cine- asistí a verla. Y…ciertamente pocas películas logran generar el impacto visual y emocional como el que ofrece “La Sustancia”. Dirigida por la talentosa cineasta francesa Coralie Fargeat, esta película de 2024 con alusiones a un universo kafkiano mezcla los elementos del terror corporal con una mordaz crítica social hacia la obsesión con la juventud y la belleza en la industria del entretenimiento. A lo largo de sus 140 minutos, el filme despliega un discurso brutal y grotesco sobre las implicaciones psicológicas y físicas de la búsqueda de la eterna juventud. Desde el punto de vista técnico y artístico, “La Sustancia” es una obra que desafía las convenciones del cine de género, entregando una narrativa visceral que envuelve al espectador en una experiencia perturbadora pero fascinante a la vez.

La premisa principal de “La Sustancia” es la obsesión por la juventud y sigue a Elizabeth Sparkle (Demi Moore), una actriz veterana que, tras alcanzar los 50 años de edad, es abruptamente despedida de su programa televisivo. Humillada y desesperada por recuperar su juventud y relevancia en la pantalla, Elizabeth se somete a un tratamiento experimental basado en la replicación celular, que promete devolverle su apariencia juvenil. Sin embargo, este procedimiento tiene un precio, ya que la transformación física trae consigo consecuencias devastadoras tanto a nivel físico como mental.

El enfoque de la película sobre la obsesión por la juventud es inquietantemente contemporáneo. Fargeat construye una narrativa que refleja las presiones sociales y culturales a las que están sometidas las mujeres en la industria del entretenimiento. Al igual que en “El retrato de Dorian Gray” de Oscar Wilde, el miedo al envejecimiento se convierte en el motor que impulsa la degradación del personaje. Sin embargo, en “La Sustancia”, la exploración del horror corporal eleva este tema a un nivel completamente diferente, donde el cuerpo humano se transforma en un campo de batalla entre la vanidad y la decadencia.

Desde un punto de vista técnico, “La Sustancia” es una obra maestra en el uso de efectos prácticos. Pierre-Olivier Persin, encargado de los efectos especiales, creó una serie de prostéticos y transformaciones físicas que capturan de manera cruda y realista el deterioro físico de Elizabeth. A diferencia de otras películas de terror que recurren al CGI, Fargeat optó por un enfoque práctico, lo que añade una dimensión física tangible a las mutaciones que sufre el personaje. Los prostéticos, aplicados con una meticulosidad asombrosa, permiten que cada transformación de Elizabeth sea más grotesca y palpable que la anterior, sumergiendo al espectador en un viaje sensorial perturbador.

La fotografía de Benjamin Kracun refuerza este enfoque con una paleta de colores fríos y desaturados que refleja el vacío emocional de la protagonista. Los planos cerrados y las tomas detalladas del cuerpo de Elizabeth durante su metamorfosis juegan un papel crucial en la creación de una atmósfera claustrofóbica y opresiva. Kracun usa la cámara no solo para capturar el horror físico, sino también para adentrarse en la psicología del personaje. El uso de planos subjetivos permite que el público vea el mundo a través de los ojos de Elizabeth, experimentando su angustia y terror de primera mano. Esta estrategia visual intensifica la conexión emocional del espectador con el personaje, mientras observa cómo se desploma en la desesperación.

El guion de Fargeat es tan audaz como su puesta en escena. A través de un enfoque que combina el horror con la sátira social, Fargeat presenta una crítica feroz hacia la superficialidad de la industria del entretenimiento y la presión que ejerce sobre las mujeres para que mantengan una apariencia juvenil a cualquier costo. El diálogo está lleno de ironía y humor negro, lo que equilibra las escenas más perturbadoras con un comentario incisivo sobre los estereotipos de belleza. La película no se limita a mostrar el horror físico, sino que también explora el impacto psicológico que la sociedad impone sobre aquellos que no cumplen con sus estándares.

A medida que la historia avanza, el guion de Fargeat subraya la obsesión por la juventud como un ciclo destructivo que consume tanto a quienes buscan preservarla como a quienes la observan desde fuera. Elizabeth no es el único personaje afectado por esta dinámica; las interacciones que tiene con otros personajes refuerzan la crítica social que la película propone. El tratamiento de temas como el envejecimiento y la relevancia en la industria se aborda de manera frontal, sin caer en clichés, y con un toque de horror que los hace aún más impactantes.

En cuanto a las actuaciones, Demi Moore ofrece una de las interpretaciones más arriesgadas y complejas de su carrera. Moore encarna a una mujer atrapada en la desesperación, dispuesta a sacrificar todo para recuperar su juventud. Su actuación física es especialmente impresionante, ya que tiene que lidiar con largas horas de aplicación de prostéticos y representar el deterioro físico y mental de Elizabeth de manera convincente. La química entre Moore y Margaret Qualley, quien interpreta a su alter ego rejuvenecido, es uno de los puntos fuertes de la película. Qualley aporta una frescura inquietante que contrasta con la decadencia de Moore, lo que amplifica el conflicto interno del personaje principal.

PLANO NARRATIVO Y ESTÉTICO:

“La Sustancia” es más que una simple película de terror; es una obra que utiliza los recursos del género para explorar los aspectos más oscuros de la condición humana. En el plano narrativo y estético Fargeat se aleja de las convenciones tradicionales del horror corporal, y en su lugar, opta por una estética que mezcla lo grotesco con lo sublime. El uso de metáforas visuales y simbólicas, como la degradación física de Elizabeth, refleja no solo su caída personal, sino también una crítica más amplia hacia la sociedad y su obsesión con la juventud.

El montaje de la película es igualmente audaz, con transiciones abruptas y escenas prolongadas que mantienen al espectador en un estado constante de tensión. A lo largo de la película, Fargeat juega con las expectativas del público, subvirtiendo los tropos del género para crear una experiencia cinematográfica que es tanto impredecible como profundamente perturbadora.

“La Sustancia” no solo sobresale por su impactante propuesta visual, sino también por su capacidad para ofrecer una crítica mordaz sobre la superficialidad y la obsesión por la juventud en la sociedad contemporánea sin dejar de hacer alusiones a una Hollywood cada vez mas inhumana. Coralie Fargeat ha creado una película que desafía las expectativas del cine de terror, ofreciendo una obra que es a la vez grotesca y profundamente reflexiva. Con un guion bien estructurado, actuaciones transformadoras y un enfoque técnico impecable, “La Sustancia” se consolida como una de las películas más memorables del 2024.

Fuentes www.fernandoplaceres.com, donde encontrarás reseñas y análisis de las últimas tendencias en el cine. Consultas FilmAffinity o Rotten Tomatoes【7†source】【9†source】.

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