Por Redacción Internacional | Santo Domingo
Lo que comenzó como una noche de celebración terminó en una tragedia nacional. Poco después de la medianoche de este lunes, el techo de la legendaria discoteca Jet Set, ubicada en la avenida Independencia, sector El Portal, colapsó repentinamente mientras se celebraba una concurrida presentación artística. El saldo provisional: más de 100 muertos, un número aún mayor de heridos y decenas de desaparecidos entre los escombros.
El merenguero Rubby Pérez, quien amenizaba la noche, falleció junto a varios miembros de su orquesta cuando la estructura cedió en pleno escenario. También murieron los ex peloteros de Grandes Ligas Octavio Dotel y Tony Blanco, quienes se encontraban en el área VIP. La noticia ha causado una conmoción generalizada en el país y en la diáspora dominicana.
Testigos relatan que el desplome fue abrupto, sin aviso previo. “Estábamos bailando cuando de repente todo se vino abajo. Fue un caos total”, declaró una sobreviviente. Las autoridades atribuyen inicialmente el colapso a un fallo estructural agravado por filtraciones y falta de mantenimiento. Una investigación ha sido abierta de inmediato.
Decenas de unidades del 911, cuerpos de bomberos, Defensa Civil y brigadas militares continúan removiendo escombros en busca de sobrevivientes. El presidente de la República ha decretado tres días de duelo nacional y ha prometido justicia: “No permitiremos impunidad ante esta catástrofe que enluta a nuestra nación”.
Jet Set, con casi 50 años de historia, era uno de los íconos culturales del país. Hoy, sus ruinas se convierten en símbolo de dolor, memoria y exigencia de responsabilidad. La cifra final de víctimas aún podría aumentar. El país entero espera respuestas.
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