PUNTA CANA. – La reciente aprobación por parte del Consejo de Seguridad de la ONU de una fuerza internacional para combatir las pandillas en Haití abre un nuevo capítulo en la crisis que vive el vecino país y, por extensión, plantea un escenario de implicaciones directas para la República Dominicana.

La resolución autoriza el despliegue de más de 5,500 efectivos con facultades de arresto, una medida sin precedentes que busca frenar la espiral de violencia que mantiene a Puerto Príncipe y a gran parte del territorio haitiano bajo el control de las bandas armadas.

Para la República Dominicana, el impacto positivo de una Haití más segura sería inmediato. Una reducción de la violencia y el fortalecimiento de las instituciones haitianas implicaría un descenso considerable en el flujo de inmigrantes que cruzan de manera irregular la frontera. Hoy, miles de haitianos escapan del caos buscando seguridad y sustento en territorio dominicano, lo que genera tensiones en el mercado laboral, en los servicios públicos y en la convivencia social. Con un Haití estabilizado, la presión migratoria disminuiría y la República Dominicana podría gestionar su frontera con mayor orden y previsibilidad.

Además, la pacificación de Haití fortalecería el comercio bilateral y el dinamismo de las provincias fronterizas. Sectores agrícolas, manufactureros y de transporte en Dajabón, Elías Piña y Jimaní se verían beneficiados de un clima de mayor estabilidad en el vecino país, abriendo oportunidades de intercambio formal y reduciendo las pérdidas ocasionadas por la informalidad y la inseguridad.

Otro elemento a considerar es la posibilidad de que territorio dominicano se utilice como apoyo logístico para esta misión internacional. Bases militares, aeropuertos y puertos dominicanos podrían servir de plataforma para el despliegue de tropas y suministros, lo que pondría al país en el centro de la operación. Esto implicaría responsabilidades diplomáticas y de seguridad, pero también elevaría el perfil de la República Dominicana como aliado estratégico de la comunidad internacional en el Caribe.

Con todo, la resolución de la ONU es un paso audaz que ofrece a Haití una posibilidad de romper el círculo de violencia. Para la República Dominicana, el horizonte que se abre es el de una frontera más segura, menos presión migratoria, mayor dinamismo económico y un papel protagónico en la búsqueda de estabilidad regional.

Fernando Placeres, M.Sc, es comunicador, director de medios y consultor en marketing digital. Posee una maestría en Marketing & Digital Strategy.

Redes sociales: @fernandoplaceres

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