Por Fernando Placeres, M.Sc

En la India de los años treinta, un país impregnado por la espiritualidad y las tradiciones ancestrales, surgió un caso que desafió tanto la lógica como la ciencia: el caso de Shanti Devi, una niña que afirmaba recordar una vida anterior con tal nivel de detalle que incluso Mahatma Gandhi ordenó una investigación oficial.

Nacida en Delhi en 1918, Shanti comenzó a hablar, a los cuatro años, de un esposo, una casa y una vida en Mathura, una ciudad a más de 100 kilómetros de distancia. Decía haber sido Lugdi Devi, fallecida tras dar a luz. Sus padres, inicialmente escépticos, quedaron perplejos ante la coherencia de su relato y la insistencia con que se refería a su “vida pasada”.

LOS DETALLES QUE DESAFÍAN LA EXPLICACIÓN

Shanti proporcionó nombres completos, direcciones, hábitos familiares, rutinas diarias, conversaciones íntimas, y hasta describió con precisión los dolores del parto que la habrían llevado a la muerte. Tras la presión mediática y la sorpresa pública, el propio Gandhi decidió actuar.

Nacida en Delhi en 1918, Shanti comenzó a hablar, a los cuatro años, de un esposo, una casa y una vida en Mathura, una ciudad a más de 100 kilómetros de distancia. Decía haber sido Lugdi Devi, fallecida tras dar a luz. Sus padres, inicialmente escépticos, quedaron perplejos ante la coherencia de su relato y la insistencia con que se refería a su “vida pasada”.

LA COMISIÓN DESIGNADA POR GANDHI

En 1935, Gandhi encargó al profesor Bal Chand Nahata liderar una comisión oficial. El grupo estaba compuesto por 15 personas: médicos, abogados, periodistas y funcionarios. Llevaron a cabo una exhaustiva investigación que incluyó:

• Entrevistas detalladas a Shanti Devi.

• Encuentros con el supuesto esposo, Pandit Kedarnath Chaube, quien confirmó muchos de los datos.

• Un viaje con la niña a Mathura, sin informarle nada previamente.

LO INEXPLICABLE

Durante el recorrido en Mathura, Shanti reconoció con exactitud calles, objetos, personas y habitaciones. Llamó por sus nombres a varios familiares de Lugdi Devi, sin haberlos visto nunca antes. Identificó detalles de la casa que no podrían haber sido conocidos más que por alguien que hubiera vivido allí.

Al reencontrarse con el hijo que había tenido en su “vida anterior”, lloró y lo acarició como una madre. Reconoció también a una sirvienta de la casa y objetos personales guardados bajo llave.

LA CONCLUSIÓN DEL INFORME

El informe de la comisión decía:

“No encontramos explicación racional a la cantidad de datos verificados que la niña demostró. Este caso presenta serios indicios de un fenómeno que no puede ser ignorado ni ridiculizado.”

Gandhi, aunque no llegó a declarar abiertamente que se trataba de una reencarnación, sí afirmó que el caso merecía respeto y estudio serio, y que no podía ser rechazado simplemente por prejuicio.

LEGADO Y REPERCUSIONES

El caso de Shanti Devi ha sido ampliamente citado en estudios sobre la reencarnación, incluyendo las investigaciones del psiquiatra Ian Stevenson, quien lo catalogó como uno de los casos más sólidos en el mundo.

Hasta el día de hoy, Shanti Devi representa un enigma que desafía las explicaciones tradicionales. Un misterio entre la espiritualidad y la ciencia, que nos recuerda que no todo lo real cabe dentro de lo comprensible.

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